Yoguflex: innovadora propuesta estudiantil que calma el dolor articular en adultos mayores


La búsqueda de soluciones accesibles y funcionales para los dolores articulares de la tercera edad ha inspirado a un grupo de estudiantes a crear Yoguflex, un suplemento alimenticio con colágeno en forma de yogur que apunta a mejorar la calidad de vida de las personas mayores y prevenir futuros deterioros articulares en la población más joven.

El proyecto, desarrollado por las estudiantes de la carrera de Bioquímica y Farmacia de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, Jhoset Eimy Coaquira Beltrán, Nicol Eliana Chiri Balderrama, María Isabel Escobar Álvarez, Gabriela Gloria Vargas Patiño, Valéry Villarroel Sanchez y Belith Emily Villegas Soliz, no solo destaca por su enfoque en la salud pública, sino también por su uso innovador de materias primas consideradas residuales, como los tarsos de pollo y las pezuñas de vaca, de donde extraen colágeno de alta calidad.

“Yoguflex está diseñado especialmente para aliviar los dolores articulares y mejorar la movilidad de las personas de la tercera edad. También actúa como un suplemento preventivo para personas menores de 50 años”, explica Belith Emily Villegas, estudiante de Unifranz, quien resaltó que el producto podría tener un impacto real en la vida de muchas personas.

El colágeno es una proteína clave en la estructura del cuerpo humano, especialmente en articulaciones, piel, cabello, uñas y huesos. Con el envejecimiento natural, su producción disminuye, lo que genera desgaste y dolor. Yoguflex busca responder a esta necesidad con una presentación amigable, práctica y natural: un yogur funcional enriquecido con colágeno extraído artesanalmente.

Las estudiantes relatan que el proceso de desarrollo no fue sencillo, uno de los mayores retos fue la extracción del colágeno, un procedimiento que requiere precisión, tiempo y técnicas de conservación rigurosas.

“La extracción fue el mayor desafío. El colágeno tiene una textura gelatinosa y es muy sensible. Tuvimos que realizar diversas pruebas toxicológicas y de pH para garantizar que fuera apto para el consumo humano”, detalla Jhoset Eimy Coaquira, quien también resaltó el carácter innovador del proyecto al reutilizar desechos animales como fuente nutritiva.

Además de la extracción, el equipo atravesó fases de formulación y prueba del producto, hasta llegar a una versión inicial del yogur que pudiera satisfacer las expectativas nutricionales y sensoriales del consumidor objetivo.

De la tercera edad al deportista: una solución integral

Aunque Yoguflex tiene como objetivo principal ayudar a personas mayores con movilidad reducida o dolores articulares, su utilidad se extiende a otros grupos etarios. Tal como lo mencionan las estudiantes, el suplemento podría beneficiar a personas jóvenes como una herramienta preventiva.

En ese sentido, el consumo regular de colágeno se ha relacionado con una mejor elasticidad de la piel, fortalecimiento de uñas y cabello, mayor densidad ósea y protección de ligamentos y tendones. En deportistas, su ingesta puede reducir el riesgo de lesiones y acelerar los procesos de recuperación muscular.

“Este no es solo un producto para la tercera edad. También pensamos en jóvenes, incluso deportistas, que podrían beneficiarse del colágeno para mantener sus articulaciones sanas y su piel más firme”, agrega Villegas

Este proyecto forma parte de los Proyectos Integradores de Unifranz, una iniciativa académica que busca fomentar la creatividad, la investigación aplicada y el trabajo colaborativo entre estudiantes. A través de este modelo, los alumnos enfrentan problemas reales y desarrollan soluciones viables con potencial de implementación social o comercial.

Las estudiantes no solo investigaron y desarrollaron el producto, sino que también aprendieron a gestionar el trabajo en equipo, superar barreras técnicas y pensar en una futura comercialización.

“Nos sentimos muy satisfechas con el resultado. Hemos aprendido mucho. Fue un trabajo arduo, pero con impacto”, concluyen las integrantes del equipo.

Las jóvenes ya están pensando en las próximas etapas para Yoguflex. Entre las ideas para mejorar el producto están la incorporación de sabores naturales —como frutas andinas—, la adición de vitaminas del complejo B y calcio, e incluso una versión deslactosada, que permitiría ampliar el público objetivo, incluyendo a personas con intolerancia a la lactosa.

Además, no descartan el desarrollo de una línea de suplementos complementarios que aproveche otras fuentes naturales de colágeno, o el diseño de presentaciones más prácticas como bebidas listas para consumir o cápsulas con extractos liofilizados.

Lo que comenzó como un proyecto universitario hoy representa una solución real a un problema común en la sociedad. Las estudiantes han demostrado que con compromiso, ciencia y creatividad es posible transformar el conocimiento en bienestar.

El camino hacia la comercialización puede ser largo, pero Yoguflex ya ha dado un paso firme: convertir una necesidad en una oportunidad, y un desecho en un recurso valioso para la salud.

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