El dirigente “evista” Ramiro Jorge Cucho volverá a la cárcel. Este viernes, un juez del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz revocó la detención domiciliaria que cumplía desde abril y ordenó su detención preventiva por tres meses en el penal de San Pedro.
La decisión se fundamenta en el incumplimiento de las condiciones de su arresto domiciliario. Según informó el ministro de Gobierno, Roberto Ríos, se comprobó que Cucho abandonó su vivienda para desplazarse hasta las zonas de Llallagua donde ocurrieron los asesinatos de tres policías, durante los disturbios promovidos por sectores afines al expresidente Evo Morales.
“Informamos a la población que, en mérito a la evidencia presentada por las autoridades, el juez del caso ha revocado la detención domiciliaria del imputado Ramiro Jorge Cucho, disponiendo su detención preventiva por tres meses. Esta decisión se tomó tras comprobar que el imputado, señalado como el autor intelectual del caso, incumplió las condiciones de su detención, saliendo de su domicilio a los lugares donde ocurrieron los asesinatos de policías en Llallagua, Potosí”, señaló el ministro Ríos.
Además, el titular de la cartera de Gobierno recalcó el compromiso del Ejecutivo con la transparencia y el cumplimiento de la ley, asegurando que el caso Llallagua se sigue con total diligencia para garantizar la seguridad y la justicia para todos los bolivianos. “Seguimos comprometidos con la transparencia y el cumplimiento de la ley para garantizar la seguridad y la justicia para todas y todos”, agregó Ríos, subrayando que el Gobierno no permitirá que queden impunes los crímenes cometidos durante las movilizaciones.
El abogado del dirigente, Rodrigo Tola, confirmó la decisión judicial y señaló que su defendido fue trasladado a la cárcel paceña. Cucho ya había estado recluido en el penal de Patacamaya desde noviembre de 2024, pero logró acceder a detención domiciliaria tras presentar tres acciones de libertad.
El proceso penal que enfrenta el dirigente evista se relaciona con los delitos de terrorismo, alzamiento armado, atentados contra organismos de seguridad del Estado y tenencia de explosivos. La investigación toma en cuenta los bloqueos de 24 días impulsados en enero y febrero por sectores “evistas”, que afectaron gravemente la economía nacional.
Durante esas jornadas, se reportó el uso de dinamita, perdigones, piedras y otros elementos peligrosos contra efectivos policiales y periodistas. En medio de la presión social, Cucho anunció en su momento un “cuarto intermedio” por razones humanitarias, pero advirtió que la lucha continuaría con “más fuerza”.
El caso Llallagua ya suma más de una veintena de implicados identificados por la Fiscalía y nuevos operativos continúan en curso.