“Todo era negatividad, todo era para Verstappen


Cada año es casi un nuevo compañero y salvo Checo, que estuvo cuatro temporadas consecutivas aguantando el tipo, Max Verstappen suele triturar a uno o dos pilotos por año. En 2025 fueron Liam Lawson, quien le duró dos carreras Australia y China), para dejar paso a un Yuki Tsunoda que perdió todas la calificaciones y todas las carreras conta el holandés, para un total  de 30 puntos logrados con el coche de Milton Keynes. Parecía otro piloto distinto y este año pasa a probador.

El próximo es Isak Hadjar, en francés que quizá ha sido el mejor debutante de 2025, con un podio logrado el Zandvoort, pero hay quien no olvida lo que le sucedió en el mismo puesto en 2019.

Pierre Gasly recuerda esa primera mitad de año (12 carreras) como un trago. “No voy a mentir, fue triste“, asegura durante una entrevista con F1.com. “En 2019, mi segundo año en la Fórmula 1, no recibí apoyo de nadie, en un equipo muy grande que apoya mucho a Max [Verstappen], y con razón, porque todo se basa en los resultados”, recuerda.

“Tuve que empezar con un ingeniero recién llegado de la Fórmula E sin experiencia en la F1, así que fue una dinámica extraña. No me dieron las herramientas para rendir al máximo e intenté abrirme camino a mi manera porque quería, y al final estoy aquí para rendir”, relata sobre el cierto abandono que sufrió

El alivio de Checo

Checo Pérez ha señalado también las razones por las que los pilotos de F1 tienen dificultades junto a Max Verstappen. “No estaban contentos (en el equipo), pero yo tampoco lo estoy porque vi que no podía demostrar mi potencial. Casi sentí un alivio”, dijo sobre su marcha a finales de 2024, una decisión errónea claramente, viendo que quizá pudo haber ayudado bastante mejor a Max en su lucha con los McLaren de haberse quedado

Un ambiente negativo

Volviendo a Gasly, recuerda que “no había una energía agradable. Yo estaba ahí para hacer lo mío y dar lo mejor de mí, pero había mucha negatividad, seguí adelante porque sólo quería pilotar”, dice sobre su paso a Toro Rosso, donde logró su primer podio en el GP de Brasil 2019. Un año después le quitó con suerte a Carlos Sainz el triunfo en el GP de Italia, pudiendo cambiar gomas sin pasar por boxes por una bandera roja y una resalida de la prueba

Hoy es un piloto consolidado y uno de los mejores calificadores de la parrilla, donde esta año con el Alpine que era el peor coche de la parrilla logró entrar varias veces en Q3 y endosarle un 22-0 a Franco Colapinto que habla por sí sólo del nivel adquirido. Quizá con el motor Mercedes de 2026 sea uno de los que brille en el inicio del próximo curso.

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