Aunque este lunes no se reportan incendios activos en el departamento, la Gobernación de Santa Cruz lanzó una alerta ante los 3.324 focos de calor que existen en distintos municipios, un dato que refleja la creciente amenaza sobre los bosques cruceños en plena temporada seca.
El informe fue emitido por el Sistema de Alerta Temprana de Incendios Forestales (Satif), dependiente de la Dirección de Recursos Naturales (Direna). Su director, Paulo Viruez, señaló que los municipios más afectados son: San Ignacio, Concepción, San Miguel, San Rafael, San José de Chiquitos, Roboré y Carmen Rivero Tórrez, todos en la región chiquitana, la más afectada por los incendios forestales registrados el año pasado.
“Recordamos a la población que nos encontramos en alerta amarilla, ingresando al período crítico de incendios forestales. Pedimos conciencia y responsabilidad para evitar acciones que puedan desatar nuevos focos de calor”, alertó Viruez.
Ante el incremento de focos, la Gobernación instó a los gobiernos municipales a activar sus Comités de Operaciones de Emergencia (COE) y a destinar recursos humanos, económicos y logísticos para prevenir y mitigar posibles siniestros. Además, solicitó a las autoridades nacionales mayor fiscalización en áreas críticas y celeridad para investigar a los responsables de provocar quemas ilegales.
“El Satif emite reportes diarios sobre focos de calor e incendios que son remitidos a los municipios para su verificación en campo, tal como lo establece la Ley 602 de Gestión de Riesgos”, explicó Viruez.
El director también destacó que organizaciones sociales y comunidades han manifestado preocupación por la situación ambiental, por lo que se urge al Gobierno central actuar con mayor contundencia frente a quienes atentan contra los recursos naturales.
En lo que va del año, el departamento ha registrado 26 incendios, de los cuales nueve fueron forestales y 17 de interfase.
Además, la semana pasada se atendieron dos emergencias: uno ocurrió en la zona de La Casona, municipio de Santa Cruz de la Sierra, y fue extinguido por bomberos de la Gobernación, el Gobierno municipal y la Fundación Rescate Urbano.
El otro incendio se originó en el municipio de Saavedra, cerca de la empresa Unagro, y fue controlado por bomberos departamentales, personal del municipio y comunarios organizados.