Valeria Paredes, diseñadora UX boliviana, dejó hace tres años su puesto fijo en una agencia para aventurarse como profesional independiente. Pronto descubrió que enviar currículums ya no era suficiente. “Los clientes querían ver mi trabajo, no leer mi historial”, cuenta. Empezó a publicar sus procesos creativos en redes, compartir proyectos en plataformas como Behance y participar en comunidades online. En menos de un año, pasó de buscar empleo a recibir propuestas de empresas en México, España y Canadá. Su experiencia refleja una tendencia creciente: el paso del currículum tradicional a la reputación digital como carta de presentación.
Los knowmads, o “nómadas del conocimiento”, son profesionales móviles, creativos y colaborativos que aprenden de forma continua y trabajan desde cualquier lugar, adaptándose a proyectos cambiantes. Su valor no se mide en páginas de un documento, sino en la huella digital que dejan: portafolios interactivos, casos documentados, recomendaciones y participación activa en redes y comunidades. Este perfil es cada vez más demandado por empresas que buscan innovación, resolución de problemas y flexibilidad.
“Las personas knowmads tienen flexibilidad y adaptabilidad ya que pueden trabajar desde cualquier lugar y en cualquier momento, son personas altamente creativas e innovadoras ya que buscan constantemente la mejora continua. Tienen autogestión, ya que organizan de forma autónoma sus actividades y plazos de entrega. Tienen facilidad de aprendizaje, ya que se actualizan constantemente”, indica Gema Murillo, coordinadora nacional de Desarrollo Organizacional de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.
La reputación digital se ha convertido en la moneda de cambio de estos profesionales. Se construye con portafolios actualizados, testimonios verificables de clientes y una presencia activa en redes especializadas. Plataformas como LinkedIn, Upwork o Fiverr funcionan hoy como vitrinas globales de credibilidad en tiempo real, donde un caso bien documentado puede abrir puertas internacionales y una mala reseña puede cerrarlas.
Entre las características que definen a un knowmad destacan la proactividad, la creatividad, el buen juicio en situaciones de crisis y la capacidad de asumir roles de liderazgo cuando es necesario. Son profesionales que aprenden rápido, se comprometen con las causas en las que creen y fomentan la colaboración en equipos abiertos, evitando estructuras jerárquicas rígidas.
Murillo subraya que estas cualidades son especialmente visibles en millennials y centennials, generaciones que priorizan el equilibrio entre vida laboral y personal.
“Estas generaciones no solo buscan trabajos que les permitan desarrollarse profesionalmente, sino también que les ofrezcan la posibilidad de disfrutar de su tiempo libre y de sus pasiones”, explica.
La autogestión es otro sello distintivo. Los knowmads organizan sus tareas y plazos sin necesidad de supervisión constante, lo que los convierte en profesionales confiables y eficientes. Esta independencia se complementa con una actualización constante de sus habilidades, desde nuevas herramientas digitales hasta metodologías ágiles, lo que les permite adaptarse rápidamente a las necesidades de cada proyecto.
El concepto “knowmad” fue acuñado por Peter F. Drucker y popularizado en 2011 por John Moravec para describir a quienes combinan conocimiento, innovación y movilidad. Según el Instituto Europeo de Posgrado, se trata de trabajadores que no están sujetos a un lugar o puesto fijo, sino que buscan conocer a otros profesionales, compartir experiencias y aprender de manera continua.
La capacidad de generar y gestionar redes de contacto, junto con el dominio tecnológico, son otras competencias clave. Los knowmads aprovechan la información abierta en internet para aprender, encontrar soluciones y conectar con oportunidades. En la práctica, esto significa que cada publicación, tutorial o colaboración visible se convierte en una inversión en su reputación digital.
Las empresas reconocen el valor de estos perfiles. Muchas ya ofrecen esquemas de trabajo remoto y flexible para atraer a profesionales capaces de promover cambios e innovaciones sin necesidad de estar físicamente en sus oficinas. “Incluso muchas empresas ofrecen la facilidad de trabajar desde casa y buscan profesionales que promuevan el cambio dentro de las organizaciones sin la necesidad de estar presencialmente en las instalaciones de la empresa”, puntualiza Murillo.
En un mercado laboral donde la velocidad de respuesta y la capacidad de adaptación son esenciales, los knowmads sobresalen por transformar conocimiento en resultados concretos y visibles. Valeria lo confirma con su experiencia: “Antes actualizaba mi CV cada seis meses. Ahora actualizo mi portafolio cada semana y respondo preguntas en foros donde sé que están mis potenciales clientes. Es más trabajo, pero también más libertad”.
En definitiva, los knowmads han cambiado las reglas del juego: ya no es el currículum el que abre las puertas, sino la reputación digital construida proyecto a proyecto. Esta huella online, si se gestiona con estrategia y coherencia, se convierte en un pasaporte profesional sin fronteras.