No sé correr de otra manera”. Es una frase que resume muchas cosas, y que define a Fernando Alonso como un piloto único en su especie. Sigue a cero puntos tras otro 11º en Jeddah y no sale ‘del pozo’ con Lawson, Doohan y Bortoleto al fondo de la tabla, pero nadie puede negar una lucha a destajo por un imposible. Porque jamás tenía opción de puntuar, pero se quedó al borde. Como de la Q3 24 horas antes. Ninguno es el sitio del AMR25, el segundo peor coche de la parrilla.
Pero Alonso se exprimió al límite. “Doy siempre el 100%. Cuando peleo por podios y también cuando peleo por ser P11 o P12. Es lo que seguiremos haciendo hasta el final, pero durante este año será difícil sumar algún punto”, relató. Con crudeza en un discurso que tiene una parte de frustración lógica. “Te consume por dentro hacer 50 vueltas de qualy”, añadió. Ir al límite, sufrir y quedarse vacío es la secuencia, una y otra vez.
También vivió una parte de drama. Con su pupilo Gabriel Bortoleto, que le llevó al muro de la 1 y allí dejó la pintura de su coche. “Vuelvo con él a casa y no le daré de cenar”, bromeó el ovetense. Que también volvió a ser crudo con ese momento. “Nos pasa por estar peleando con el Sauber“, agregó.
No pudo dar un paso más. En Suzuka fue el aire sucio de Bearman y el viento, y en Jeddah no había liga con Hadjar. “Estaban en otra carrera. Solo gestionábamos el DRS“, explicó. Sigue sin sumar y solo se compara a cuando era un debutante con el Minardi o el estreno de aquel proyecto de McLaren-Honda con un coche que nunca llegó a rendir en su regreso a Woking.
El español salvó un accidente que pudo haberle dejado fuera del GP saudí
Espero que vengan cosas para poder cambiar una situación que no es donde queremos estar. Te rompe el corazón vernos el 11º con la carrera que hicimos
Le tocará seguir remando. Aunque pide algo más. “Espero que vengan cosas para poder cambiar una situación que no es donde queremos estar. Te rompe elcorazón vernos el 11º con la carrera que hicimos”, cerró a los medios desplazados.
