¿Por qué es importante el descanso para el éxito académico de los estudiantes?


Ya sea al final del día o al final del semestre, todos hemos experimentado el alivio de un descanso bien merecido, una recompensa luego de un arduo trabajo y la oportunidad para dejar que nuestra imaginación vuele y recarguemos baterías. Este tiempo de distensión es clave, no sólo para nuestra salud física y mental, sino también para el rendimiento académico.

“Los estudiantes están sometidos a estrés, deben lidiar con una pesada carga horaria, nuevas actividades, están conociendo a nuevos compañeros, están creando nuevas relaciones socioemocionales. Entonces, en este sentido, el descanso les ayudará a dispersarse, regresarán con una nueva actitud académica, pondrán más ganas a su nuevo semestre, estarán más interiorizados en todas las asignaturas y querrán ser exitosos en su formación profesional”, explica Leslie Vidaurre, miembro de la Jefatura de Enseñanza Aprendizaje (JEA) de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.

Las vacaciones permiten a los estudiantes descansar, recuperar energías y prepararse para el próximo periodo escolar, esto es especialmente importante, ya que el descanso adecuado es fundamental para mantener un buen desempeño académico. 

Más allá del descanso pedagógico, explica Vidaurre, es importante que los estudiantes tengan un buen descanso en casa y mantengan un equilibrio con el estudio. 

“El descanso nocturno es fundamental para recuperar energía, ya que el cerebro necesita recargar energías después de las actividades académicas. Además, no solo es importante el descanso, sino también la alimentación. Muchos estudiantes olvidan que, al despertar, van directamente a clases sin consumir alimentos, lo que afecta su capacidad para recibir información. El cerebro se siente cansado y agotado, lo que perjudica su rendimiento”, puntualiza. 

Un estudio de la Sleep Foundation de Estados Unidos considera que los estudiantes deben dormir al menos ocho horas, ya que un período menor puede mermar el rendimiento académico. 

Para esto, es primordial que los estudiantes adquieran hábitos de sueño y procuren mantenerlos y no modificarlos, ya que esto supone una mayor eficiencia diurna. 

Durante la noche, nuestro cerebro asienta lo aprendido, regenera sus capacidades y prepara el “sistema operativo” para otra dura jornada de estudio. Muchos estudiantes prefieren la noche para sentarse ante los libros, pero los expertos lo asocian a un rendimiento más bajo, precisamente por la importancia que tiene el descanso en el estudio en un horario racional.

Vidaurre indica que el descanso adecuado activa neurotransmisores que son esenciales para la memoria y el aprendizaje. 

“Si forzamos al cerebro a estudiar constantemente, sin descanso, especialmente durante la noche, no le permitimos reponer la energía que necesita. Esto impide que funcione de manera óptima. Por ello, es recomendable dormir a una hora adecuada, idealmente antes de las 21:30  y despertar alrededor de las 06:30 para retomar las actividades académicas y personales con energía”, expresa. 

Beneficios

El descanso tiene una serie de beneficios, entre los cuales se encuentran:

● Mantiene el estrés a raya: nuestro cerebro necesita pausas y momentos de desconexión para liberarse del esfuerzo constante. El estrés es uno de los mayores enemigos de los estudiantes, especialmente durante las épocas de exámenes. Si no lo controlamos, puede afectar gravemente nuestra capacidad para recordar y procesar información.

● Fortalece el sistema inmunitario: un sueño reparador y momentos de relajación después del estudio ayudan a mantener nuestras defensas altas. Esto nos protege de enfermedades y evita que nuestro rendimiento académico se vea afectado por problemas de salud.

● Incrementa la concentración: la memoria, la concentración y la creatividad se ven beneficiadas cuando seguimos horarios de sueño adecuados. Durante el descanso, el cerebro se recupera y puede funcionar al máximo, siempre y cuando lo tratemos con cuidado y respeto.

Cómo mejorar el descanso nocturno

● Establecer un horario fijo de sueño: aunque las rutinas puedan parecer monótonas, son altamente beneficiosas para el cerebro. Se recomienda seguir un horario constante y evitar, en la medida de lo posible, alterarlo.

● Dormir un mínimo de ocho horas: según los expertos, dormir al menos ocho horas permite rendir al máximo. Aunque en ocasiones se puede dormir siete horas, no es aconsejable excederse, ya que dormir más de 10 horas puede resultar contraproducente. No se trata de dormir en exceso, sino de descansar lo necesario.

● Evitar estudiar hasta tarde: se sugiere dejar los libros unas horas antes de ir a dormir. Por la noche, lo ideal es estar en la cama. Si se acuesta relajado, la calidad del sueño mejora significativamente.

● Limitar el consumo de café y evitar el uso del móvil: tomar café por la tarde o en grandes cantidades puede dificultar el descanso. Además, se recomienda dejar el móvil al menos media hora antes de dormir para que la mente se prepare adecuadamente para el sueño.

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