La irrupción de la inteligencia artificial (IA) en el ámbito laboral transforma profundamente la estructura del empleo a nivel global. Según el Fondo Monetario Internacional, aproximadamente el 40% de los empleos en todo el mundo están expuestos a la IA, lo que podría resultar en la automatización de ciertas tareas y la redefinición de roles tradicionales en la industria, banca y comercio, entre otros.
Rafael Vidaurre, economista y coordinador del Observatorio Nacional del Trabajo (ONT), centro de pensamiento estratégico de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, explica que, en las economías avanzadas, alrededor del 60% de los empleos podrían verse afectados por la IA.
“De estos, aproximadamente la mitad podrían beneficiarse de la integración de la IA, mejorando la productividad. Sin embargo, en la otra mitad, la IA podría asumir tareas actualmente realizadas por humanos, reduciendo la demanda de mano de obra y, potencialmente, disminuyendo salarios y contrataciones”, sostiene.
En contraste, en los mercados emergentes y países de ingresos bajos, se prevé que la exposición a la IA sea del 40% y 26%, respectivamente. Esto sugiere que, aunque el impacto puede ser menor en estas economías, también enfrentan el riesgo de no aprovechar plenamente las ventajas económicas de la IA debido a limitaciones en infraestructura y fuerza laboral calificada.
En la mayoría de los casos, según el FMI, es probable que la IA agudice aún más la brecha de desigualdad en el tema de acceso a empleo a nivel global.
Automatización y redefinición de roles
La automatización de tareas rutinarias es uno de los efectos más evidentes de la IA en el mercado laboral.
Actividades como la clasificación de datos, el procesamiento de transacciones y el análisis predictivo ahora se realizan con mayor rapidez y precisión mediante sistemas automatizados.
“Esto permite a los empleados enfocarse en tareas más estratégicas y creativas, aunque también genera inquietudes sobre la posible eliminación de ciertos puestos de trabajo”, explica Vidaurre.
Nuevas oportunidades laborales
A pesar de los desafíos, la IA también está creando nuevas oportunidades de empleo. La demanda de expertos en datos, ingenieros de aprendizaje automático y especialistas en ética y regulación de IA está en aumento.
Además, muchos roles existentes están evolucionando para incorporar competencias relacionadas con la tecnología, fomentando un modelo laboral más híbrido.
“Siempre que una nueva tecnología emerge, se abren puertas para la aparición de nuevos trabajos, lo importante va a ser poder adaptarse”, explica el ingeniero de sistemas y experto en inteligencia artificial, Sergio Valenzuela.
De acuerdo con este profesional, estos nuevos trabajos van a ir volviéndose más específicos con el pasar del tiempo, como ya lo hacen en otras partes del mundo.
“Por ejemplo, en Estados Unidos y Europa, donde se tiende a la hiperespecialización, ya estamos viendo la aparición de profesionales específicos, sin embargo, en Latinoamérica aún existe espacio para su desarrollo”, agrega.
El Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) estima que para 2027, el 23% de los empleos cambiarán, con 69 millones de nuevos roles emergiendo y 83 millones de trabajos actuales desapareciendo, muchos de estos a causa de la implementación de la inteligencia artificial.
Para Pablo Ardaya, experto en gestión de talento humano y director nacional de Capital Humano de Unifranz, “si la tecnología o la inteligencia artificial van a reemplazar ciertos puestos de trabajo, las personas que ocupaban esos puestos laborales tendrán que reinventarse”.
Impacto en la productividad
Sectores como la manufactura, la logística y los servicios financieros han experimentado mejoras significativas en productividad gracias a la IA. Por ejemplo, medios internacionales reportan que en una fábrica textil de cachemir en Ningbo, China, la automatización y la inteligencia artificial desempeñan un papel crucial, permitiendo una producción anual de 2.000 toneladas de cachemir con una reducción del consumo energético del 35% .
La integración de la IA en el mundo laboral plantea interrogantes éticos y sociales. Una encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) en España revela que la mayoría de los ciudadanos muestra más preocupación y miedo que optimismo y confianza hacia la IA, especialmente en relación con el mercado laboral y la creación artística. Además, consideran que la programación y uso de la IA deben ser estrictamente regulados, y que las empresas deben informar sobre su utilización.
Perspectivas futuras
La globalización y la automatización obligan a los trabajadores a estar en un proceso continuo de aprendizaje y adaptación. Como advierte el WEF, “a medida que los avances tecnológicos, los cambios económicos y la transición verde alteran los patrones tradicionales de empleo, la capacidad de los trabajadores para transitar a nuevos roles es esencial”.
El impacto de la IA en el mercado laboral continuará evolucionando. Con un mayor perfeccionamiento de las tecnologías, es probable que veamos una mayor colaboración entre humanos y máquinas, en lugar de una sustitución completa.
Los trabajadores del futuro deberán estar más capacitados en tecnologías digitales y desempeñar roles que aún no podemos imaginar. El desafío para profesionales y empresas es anticiparse a estas tendencias y prepararse para un mercado laboral globalizado, donde la innovación, la flexibilidad y el aprendizaje constante serán la clave del éxito.
La inteligencia artificial no solo está transformando la manera en que trabajamos, sino también la naturaleza misma del trabajo. Si bien esta revolución plantea desafíos, también ofrece la oportunidad de rediseñar el mundo laboral de forma más inclusiva, eficiente y humana.