David Alaba afronta una temporada decisiva en su carrera. El defensor austriaco del Real Madrid, consciente de sus problemas físicos en los últimos tiempos, ha decidido poner todo de su parte para dar la vuelta a la situación que vive desde diciembre de 2023. No se conforma con un papel secundario ni con una salida discreta: quiere despedirse del club blanco como merece, dejando un buen sabor de boca.
Alaba está trabajando al 200% para llegar en plenas condiciones al inicio de la pretemporada. Se ha rodeado de un equipo de profesionales que cuidan cada detalle: desde la alimentación hasta el descanso, pasando por el trabajo físico y el refuerzo mental. Su objetivo es claro: dejar atrás el calvario de las lesiones que lo han limitado y volver a sentirse futbolista.
Pensando en la pretemporada
La fecha marcada en rojo en su calendario es el 4 de agosto, día en que el Real Madrid vuelve a los entrenamientos. Alaba quiere estar ya con el grupo tras superar la lesión en el sóleo que sufrió durante el pasado Mundial de Clubes. Aunque la rodilla sigue siendo su principal preocupación —su particular talón de Aquiles—, está decidido a superarlo con un trabajo constante.
El contrato de Alaba finaliza el 30 de junio de 2026 y a día de hoy no hay conversaciones abiertas para una renovación. Dentro del club, algunos consideran que su etapa ha llegado a su fin. Sin embargo, el futbolista tiene claro que no saldrá este verano. No hay ofertas por él y algo mucho más importante: no quiere dejar el Real Madrid de esta manera. Su deseo es claro: competir, rendir y, si llega el momento, despedirse como merece, sobre el césped y con protagonismo.
Sin mirar al futuro
Por ahora, la renovación tampoco es una prioridad en su cabeza. Entiende que todo esté parado en este sentido y que el club piense en su salida. Pero Alaba se centra exclusivamente en recuperar sensaciones y volver a jugar con regularidad. Sabe que solo una temporada excelente podría cambiar el panorama contractual, pero no pierde la fe. La llegada de Xabi Alonso al banquillo merengue también ha supuesto un impulso anímico para el central. Ambos han hablado y Alaba sabe que puede ser un jugador importante en el nuevo sistema, gracias a su capacidad para sacar el balón jugado.
Todo pasa, eso sí, por encontrar la plenitud física. Y Alaba no se rinde. Quiere que su última palabra en el Real Madrid no la diga una lesión, sino el fútbol.