Outsiders: el fenómeno que redefine la política actual


En el complejo panorama político actual, surge una figura que está desafiando las reglas del juego y reconfigurando las dinámicas del poder, el outsider. Este término que describe a quienes no forman parte del sistema político tradicional, se convierte en un sinónimo de esperanza, cambio y, para algunos, incertidumbre. Estos líderes capturan la imaginación de sociedades desilusionadas con los partidos tradicionales. 

“El principal atractivo de los outsiders es su novedad y carácter disruptivo; están fuera de la política tradicional, lo que les permite presentarse como líderes antisistema con un discurso agresivo contra las élites. Esta diferencia frente a los insiders les da ventaja comunicacional, facilitando su posicionamiento a través del marketing político”, explica Beatriz Cahuasa, estratega en comunicación política y coordinadora nacional de comunicación de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz. 

El fenómeno de los outsiders no es nuevo, pero su auge actual está ligado a una serie de factores globales. El creciente descontento con los partidos tradicionales, percibidos como corruptos o desconectados de las necesidades reales de la gente, ha generado un vacío que estos líderes emergentes han sabido ocupar con maestría.

“No solo son los factores sociales y económicos los que explican el descontento actual, sino que enfrentamos múltiples crisis, económica, política, social, jurídica, ambiental y moral. Este panorama genera un rechazo no solo hacia los partidos políticos tradicionales, sino también hacia el actual partido de gobierno y varios líderes de la oposición”, comenta Paul Antonio Coca, abogado y analista político. 

Las crisis económicas recurrentes, la desigualdad social y los efectos de la globalización también han alimentado esta narrativa. En un mundo donde las soluciones tradicionales parecen fallar, el discurso disruptivo y la promesa de un cambio radical resuenan con fuerza.

“El descontento ciudadano muchas veces surge cuando las instituciones políticas no logran responder a las necesidades básicas de la población, perpetuando desigualdades y falta de representación”, informa el Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral, IDEA.

En los últimos años, figuras como Donald Trump en Estados Unidos, Jair Bolsonaro en Brasil, Nayib Bukele en El Salvador, y Javier Milei en Argentina, han protagonizado un ascenso meteórico hacia el poder. Cada uno, con sus particularidades, ha construido una narrativa que enfatiza la lucha contra el sistema.

“El voto hacia los outsiders es, en muchos casos, un voto de protesta, de rebeldía, un voto antisistema, que surge cuando el modelo tradicional no responde a las necesidades de la población”, añade el analista consultado. 

El ascenso de los outsiders también plantea preguntas sobre el futuro de las democracias modernas. Por un lado, su popularidad puede interpretarse como un signo de vitalidad democrática, ya que demuestra que las sociedades buscan activamente alternativas. Por otro lado, la concentración de poder en líderes carismáticos y la polarización que a menudo generan pueden debilitar las instituciones y exacerbar las divisiones sociales.

“Los outsiders son un síntoma de sociedades que buscan respuestas rápidas a problemas complejos. Aunque pueden aportar nuevas ideas, también corren el riesgo de debilitar las democracias si no fortalecen las instituciones”, explica Claudia Fernández, politóloga de la Universidad de Chile. 

Hoy en día, el marketing político domina la estrategia de las cúpulas partidarias para la selección de candidatos, apoyándose en técnicas de investigación, planificación y comunicación para diseñar campañas más efectivas. Ante el desgaste de los políticos tradicionales, los expertos en marketing, medios y diseño gráfico recomiendan apostar por outsiders, como una forma de captar mejor al electorado. 

Como señala Shirley Lozada, directora de la carrera de Publicidad y Marketing de Unifranz, “el marketing político es un conjunto de estrategias para estructurar una campaña, tiene una gran importancia porque nos va a permitir adaptar la imagen y los mensajes de los candidatos para que lleguen de mejor forma a su electorado”.

¿Héroes o peligrosos?

El fenómeno de los outsiders invita a reflexionar sobre el estado actual de la política. Estos líderes emergen como una respuesta al hartazgo ciudadano, pero su capacidad para gobernar eficazmente sigue siendo una incógnita. Algunos logran avances significativos, mientras que otros enfrentan serias dificultades al intentar implementar sus propuestas.

“Cuando un outsider asume el poder sin respaldo político, enfrenta serias dificultades para gobernar, y su estilo populista puede erosionar aún más la institucionalidad democrática, aunque puede haber excepciones”, especifica Cahuasa.

El debate sobre su efectividad no tiene una respuesta única. Para algunos, representan un soplo de aire fresco en sistemas estancados. Para otros, son una apuesta peligrosa que puede terminar socavando la estabilidad política y económica de sus países.

“El fenómeno outsider no es uniforme. Cada país avanza a un ritmo diferente, lo que hace que figuras como Bukele o Milei sean contemporáneas en algunos contextos y en otros no. Sin embargo, su auge refleja el agotamiento de los sistemas políticos tradicionales, aunque también debe observarse con cautela para evitar que estos líderes busquen concentrar más poder”, concluye Coca. 

Lo que está claro es que el fenómeno de los outsiders está lejos de desaparecer. Su éxito ha obligado a los partidos tradicionales a reconsiderar sus estrategias y a conectar mejor con las necesidades de la población. 

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