La ansiedad crece, pero también hay redes de contención emocional


María José Quiroga

 

La crisis económica no solo vacía los bolsillos; también agota la mente. En Bolivia, donde la inflación, el desempleo y la incertidumbre marcan la agenda cotidiana, cada vez son más las personas que buscan ayuda para lidiar con la ansiedad, el estrés y la angustia. La buena noticia es que no están solas. 

“Vivimos en una incertidumbre que genera angustia. Hay quienes lo afrontan de manera equilibrada, pero otros entran en crisis al perder su trabajo o no poder cubrir los gastos básicos”, explica Tania María Buzzolaro, coordinadora del Servicio de Orientación Familiar (SOF). Este espacio, ligado a la pastoral familiar de la Iglesia Católica, brinda atención psicológica solidaria en Santa Cruz y Sucre, con el apoyo voluntario de psicólogos y terapeutas. Cada sesión tiene un costo simbólico de Bs 70. 

Según Buzzolaro, la mayoría de los casos que atienden están vinculados a violencia intrafamiliar, aunque también son frecuentes los cuadros de ansiedad, estrés y depresión. 

“Lo que vivimos hoy es una falta de norte. Sentirse indefenso genera una sensación colectiva de angustia y mucho estrés”, afirma. Frente a ello, recomienda aplicar herramientas personales para afrontar el malestar emocional: tomarse pausas para descansar, caminar, hacer ejercicio físico, evitar pensar constantemente en escenarios negativos y limitar el consumo de noticias, especialmente en redes sociales. “Alimentarse del caos solo agrava la ansiedad. Hay que informarse sin sobrecargarse”, aconseja.

 

Contención gratuita y accesible

Desde 2020, el programa Familia Segura de UNICEF se ha convertido en una red de apoyo clave. Brinda atención psicológica gratuita a través de la línea nacional 800 11 3040, disponible todos los días de 06:00 a 24:00, mediante llamadas o mensajes de WhatsApp. “Desde cualquier parte del país, solo se necesita cobertura telefónica”, destaca Virginia Pérez, vocera del programa.

Las principales causas por las que las personas se comunican con esta línea están ligadas a la ansiedad, la tristeza o la sobrecarga emocional derivada de la situación económica. “Un gran consejo para estos tiempos: no descuiden su salud mental. Tomen conciencia de cómo se están sintiendo. No se pasa a solas, se pasa mucho más rápido cuando uno está acompañado”, subraya Pérez 

También recomienda realizar actividades que ayuden a restablecer el equilibrio emocional, como practicar algún deporte, nadar, correr, compartir con seres queridos o evitar hábitos perjudiciales como el consumo excesivo de alcohol, tabaco o el uso desmedido de redes sociales. “Si ya no funcionan las estrategias que usaban antes, que nos contacten. Nadie es juzgado y estamos para acompañar”, asegura. 

 

Atención en las universidades

La Universidad Autónoma Gabriel René Moreno (UAGRM) también ofrece servicios psicológicos. Las personas con seguro universitario acceden sin costo, mientras que los estudiantes pagan Bs 50 y el público general, Bs 100. Las consultas se realizan en las unidades de salud del campus. 

Gustavo Pinto, director del Centro de Terapia Familiar Especializada, resalta otro esfuerzo: la apertura de una Unidad de Atención a la Comunidad que ofrece psicoterapia virtual a Bs 40. “Estamos recibiendo llamadas, pero la situación económica hace que muchas personas prioricen la comida o el alquiler antes que la salud mental. Por eso ofrecemos una alternativa más accesible, sin dejar de brindar un acompañamiento profesional”, explica. 

 

Romper el silencio

 En Bolivia, donde aún persisten prejuicios sobre la salud mental, hablar de emociones y pedir ayuda es un acto de valentía. Identificar lo que sentimos, buscar acompañamiento y reconocer que no todo puede resolverse en soledad, son pasos importantes para resistir la adversidad. 

Organizaciones como SOF, Familia Segura, universidades públicas y centros de terapia familiar, están tendiendo la mano a quienes enfrentan el colapso emocional que muchas veces no se ve, pero se siente. Y lo hacen con compromiso, empatía y sin barreras económicas. 

Porque en tiempos de crisis, cuidar la mente es tan urgente como llenar la olla. La salud mental no debe ser un privilegio, sino un derecho. 

 

¿Necesitás ayuda? 

Línea gratuita de atención psicológica Familia Segura: 800 11 3040

Disponible todos los días de 06:00 a 24:00 (llamadas o WhatsApp).

Confidencial, empática y gratuita. 

Frente al dolor silencioso que muchas personas cargan día a día, también es vital fortalecer los lazos comunitarios: escuchar sin juzgar, acompañar sin imponer, preguntar cómo está el otro. La empatía cotidiana puede convertirse en una herramienta poderosa para sostener, para abrir espacios de diálogo y para recordarnos que, incluso en la incertidumbre, nadie debería sentirse solo.

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