Cuando 80 minutos antes del inicio del partido se advierte a la salida del metro a Iñigo San Millán, director del departamento de alto rendimiento del Athletic, camino de San Mamés subiendo las escaleras de dos en dos con el resto del pasaje haciendo cola para las escaleras mecánicas uno se imagina qué sería el Athletic ante el Real Madrid. El fisiólogo, exdirector de Rendimiento del UAE y artífice del fichaje para el primer equipo rojiblanco de Joseba Elgezabal, hasta ahora masajista y recuperador de Pogacar, hizo en el interior lo que cualquiera imaginaría para los leones: exhibición de potencia física.
Pero no, el Athletic no tuvo desenfreno ante el Real Madrid. Apostó por cuidar su gestión fisiológica y manejó el partido lejos de la presión descarnada. Optó por dejar que jugarán los centrales de Xabi Alonso para apretar después con una disposición que incluía tres centrocampistas de manual como Galarreta, Rego y Jauregizar. El plan duró siete minutos, que fue lo que tardó en marcar Mbappé. En el fondo, el recorrido fue menor puesto que antes de ese gol Simón ya tuvo que emplearse ante el francés y Vinicius.
La superioridad, sobre todo en el primer tiempo, ha sido muy evidente y nos ha costado mucho
“La superioridad, sobre todo en el primer tiempo, ha sido muy evidente y nos ha costado mucho”, explicó Lekue, que jugó en ese primer periodo antes de ser sustituido en el descanso por Areso. “Han sido muy superiores, tanto en pegada como en juego y es una derrota que escuece”, recalcó. “Hemos trabajado el partido, pero el Real Madrid tiene jugadores de muy buen pie y buenas piernas. En ese primer tiempo han superado nuestra presión con desplazamientos largos y así han venido las ocasiones y sus goles”, añadió.
El primer mensaje que se ha escuchado en el vestuario es que hay que recuperar ya,que el sábado tenemos otra batalla muy dura en San Mamés
Lekue, uno de los capitanes del equipo, apuntó que “el primer mensaje que se ha escuchado en el vestuario es que hay que recuperar ya, que el sábado tenemos otra batalla muy dura en San Mamés. Tenemos el ejemplo cercano de qué no tenemos que hacer en el partido del sábado ante el Atlético”. El deustoarra insistió en que “la derrota nos debe valer para aprender y corregir, pero no para hacer daño. Somos conscientes de la dureza de los partidos que nos vienen y que en éste no hemos estado bien”.