La escena se repite y el mensaje empieza a ser contundente. El fútbol está rompiendo a sus jugadores. El último aviso lo ha dado Lamine Yamal, que con apenas 18 años recién cumplidos cayó lesionado con la selección española en septiembre, en plena concentración. Barcelona y Federación cruzaron acusaciones sobre su estado físico y los cuidados recibidos. Hansi Flick, su técnico, no se contuvo: “Es una lástima. Fue al equipo nacional con dolor, jugó… Eso no es cuidar de los jugadores.” Luis de la Fuente respondió defendiendo el protocolo médico de la selección. Lamine estará unas tres semanas fuera, pero el foco no es ese. Su caso solo destapa una realidad que el fútbol se empeña en ignorar: el calendario devora a sus estrellas.
El último informe de FIFPRO sobre la carga de trabajo de los futbolistas pone cifras a lo que muchos ya advertían. Lamine Yamal es el ejemplo perfecto de hacia dónde va el fútbol si nadie pisa el freno. Con solo 18 años, el extremo del Barça ha disputado 130 partidos profesionales y 9.772 minutos, casi el doble que Iniesta, Xavi o Fàbregas a su misma edad. Ha jugado un 31% más de minutos que Bellingham cuando tenía 18, y eso que el inglés ya era considerado un caso extremo. El informe lo confirma: los jóvenes actuales cargan el doble de minutos que generaciones anteriores. Lamine, de hecho, ha tenido que ser infiltrado para seguir jugando.
Lamine Yamal lo juega todo
Federico Valverde representa otro extremo de esta locura. En la temporada 2024/25 disputó 72 partidos y 6.676 minutos, más que nadie. El 81% de ellos “consecutivos”, es decir, con menos de cinco días de descanso entre uno y otro. Jugó a máxima intensidad cada tres o cuatro días durante meses. Los médicos coinciden: este ritmo no es sostenible.
A veces, nadie pregunta a los jugadores lo que piensan sobre añadir más partidos, así que quizá nuestra opinión no cuenta. Pero todo el mundo sabe lo que pensamos. Todos están hartos
El caso de Rodri resume la espiral. En dos temporadas (2022-24) jugó 135 partidos, superando ampliamente el umbral de 55 por año que aconsejan los especialistas. Tras disputar la final de la Eurocopa 2024 con España, se lesionó en el isquiotibial, apenas tuvo pretemporada y volvió sin margen para recuperar. Semanas después, rotura del cruzado y 235 días fuera. “Hemos tenido jugadores lesionados que han jugado 130 partidos en las últimas dos temporadas; por lo tanto, cabe esperar un accidente cuando continúas cargando, cargando y cargando”, alertaba Mikel Arteta. El cuerpo de Rodri dijo basta.
Partidos acumulados por Rodri
Pedri tampoco escapa a esa trampa. Alcanzó 69 apariciones y 5.503 minutos en 2024/25, con 55 partidos consecutivos sin recuperación adecuada. A sus 22 años ya carga con una exigencia que hace una década habría sido impensable. Kim Min-Jae jugó 20 encuentros en 73 días, uno cada 3,6 jornadas. Luka Modrić, con 39 años, sumó 76 partidos y 4.376 minutos. Achraf Hakimi, 69 y 6.371. Y Jules Koundé lo resumía mejor que nadie: “Cuando hay tantos partidos… en la vida, cuando se abusa de determinadas cosas, no reciben la misma importancia. Podríamos terminar con menos interés en ciertos partidos, pues hay sobreconsumo.”
Top 10 futbolistas por número de apariciones
Top 10 futbolistas por apariciones en partidos consecutivos
El informe de FIFPRO, basado en 1.500 futbolistas y 70 médicos independientes, es demoledor. Los expertos coinciden en que los jugadores necesitan 28 días de descanso completo entre temporadas. ¿Cuántos lo cumplieron tras la Eurocopa 2024? Solo el 14%. Tras la Copa América, apenas el 9%. “A veces, nadie pregunta a los jugadores lo que piensan sobre añadir más partidos, así que quizá nuestra opinión no cuenta. Pero todo el mundo sabe lo que pensamos. Todos están hartos”, denunciaba Alisson Becker.
La NBA juegan 80 partidos en pocos meses, pero luego tienen cuatro meses libres. Puedes regenerarte
El calendario se ha convertido en un laberinto sin salida. La Copa Mundial de Clubes de la FIFA ha convertido el verano en una pesadilla: ningún equipo alcanzó los 28 días recomendados. El Red Bull Salzburgo tuvo solo 8 días entre temporadas; el PSG, apenas 7. Mientras tanto, la comparación con otros deportes deja al fútbol en evidencia. Un finalista de la NBA disfruta de 23 semanas de descanso, un jugador de béisbol sin playoffs tiene 15, y hasta la liga australiana garantiza 14. “Siempre pongo como ejemplo la NBA. Juegan 80 partidos en pocos meses, pero luego tienen cuatro meses libres. Puedes regenerarte. El problema es que ahora es muy intenso y luego tenemos tres semanas de descanso”, explicaba Pep Guardiola.
Días de descanso por clubes
Viajes interminables
A esa carga se suman los viajes, cada vez más irracionales. Mathew Ryan recorrió 169.000 kilómetros esta temporada, pasando 217 horas en avión y cruzando más de 100 husos horarios. André Onana voló 127.000 kilómetros en 33 trayectos con el United y Camerún. Moisés Caicedo jugó 4 partidos en dos continentes en solo 14 días, viajando 25.000 kilómetros. Javier Altamirano dispuso de exactamente 24 horas entre un encuentro con Chile y otro con su club.
Las soluciones existen y tienen respaldo científico: cuatro semanas de descanso obligatorio, cuatro de pretemporada progresiva, mínimo dos días entre partidos, un día libre a la semana y protección especial para menores de 21 años. Pero falta voluntad. La FIFA amplía torneos, la UEFA estira calendarios, las ligas no ceden y las federaciones exigen sus ventanas. En medio de ese fuego cruzado, los jugadores siguen pagando el precio. “Ignorar las consecuencias del número de partidos y la cantidad de viajes terminará por causar lesión a cualquier jugador”, advertía Marcelo Bielsa. Las de Lamine Yamal demuestran que tenía razón.