El McLaren es menos competitivo que el binomio Red Bull/Verstappen. En casi cualquier escenario. Por eso lancé en Monza mi apuesta de que Max podía perfectamente ganar el título. Fleté un barco al que muy pocos querían subirse. Ahora estamos todos a bordo y se ha quedado gente en tierra… Nadie cree en el binomio Piastri/Norris frente al insaciable tetracampeón del mundo. Ya hay más aficionados jugándose su dinero por el hombre que destronó a Hamilton.
Las causas del bajón naranja
Hay razones mecánicas… El equipo naranja ha parado en su desarrollo, mientras la escudería energética estrenó un suelo y alerón delantero nuevos que les ha hecho dar un salto de calidad. Y psicológicas. Óscar ha empezado a cometer errores, como los del fin de semana horribilis de Baku, y Norris sigue teniendo inconsistencias. Aunque al menos el cambio de enfoque por un “carrera a carrera”, le ha permitido colocarse a unos amenazantes 14 puntos. Las reglas papaya han robado energía a un equipo que no puede sentirse cómodo si este año no gana también el título de pilotos. El de constructores, aunque a Zak Brown le sirva para ganar más de 40 millones de euros al año, no le interesa al gran público.
Sin embargo, las matemáticas y la estadística juegan en contra de Verstappen. Nunca antes en la historia nadie ha sido capaz de remontar 104 puntos. “Si alguien puede hacerlo es Max”, avisa Alonso. Tiene razón. Otras cosa es que sea fácil. Para ganar, el holandés tiene que mantener una línea de perfección como la de las últimas carreras. Una victoria más de Piastri y se acabó.
Max también comete errores
Echando la vista atrás, el casi pluscuamperfecto tetracampeón debería arrepentirse por los nueve puntos que perdió en Barcelona después de su increíble cruce de cables con Russell. Se enfadó tanto con tener que devolverle la posición, que se chocó deliberadamente con él. La sanción le hundió en la clasificación. Fue un mal verano azul, en plena guerra interna, además, para derrocar a Horner. También debería lamentar su trompo en la reanudación de Silverstone. Otros cinco puntos que volaron. Si ahora estuviera a 26 del australiano de McLaren, estaría tocando ya el Mundial con sus manos. En el cómputo global hay que tener en cuenta también el cero de Austria provocado por un desbocado Antonelli. De las pistas que quedan, sólo Brasil y Qatar pueden, sobre el papel, beneficiar a McLaren. México, Las Vegas y Abu Dabhi deberían favorecer al renacido.
Guerra sin cuartel
Lo bonito para el espectador es que esto se ha calentado como en los buenos viejos tiempos de 2021. Y esta a va ser la prueba de la verdad para el equipo buenista por antonomasia frente a una escudería de pistoleros capaces de hacer de todo para ganar. Está el asunto de la marca en el muro que utiliza Norris para colocarse bien en su cajetín de salida. Utiliza la referencia lateral en el suelo, para el coche, y a continuación lo ajusta mirando la referencia que su equipo le pone con cinta americana bajo la valla de boxes. Red Bull se dio cuenta y lleva varias carreras intentando levantar o colocar mal esa señal… Hasta que el domingo les pilló la FIA.
Pero no les pueden sancionar en esa treta digna del Correcaminos frente al Coyote. No es ilegal quitar una cinta americana. Esa marca no está contemplada en el reglamento. Los 25.000 euros son porque un mecánico estaba en parrilla fuera de tiempo. Que se ande con ojo Andrea Stella, hace años un miembro de la escudería austriaca se colocaba mal en cada parada en boxes de Hamilton para dificultar su salida de los cambios de ruedas. En Abu Dabhi, Checo Pérez hizo la defensa más fuerte que se recuerda frente a Lewis… Ser el mejor equipo de carreras implica también ser el más duro. Hacen lo que sea necesario para ganar. Justo lo contrario a las irritantes ‘papaya rules’.