El Gran Premio de Singapur fue una de las jornadas más impredecibles de la temporada. Además del resultado, en el que George Russell se quedó con los máximos honores tras dominar de principio a fin la cita dominical, el Circuito callejero de Marina Bay fue protagonista de la primera carrera en la historia de la F1 con ‘peligro de calor‘, debido a las temperaturas mayores a los 31 grados Celsius en pista.
Max Verstappen felicitando a George Russell por su victoria en el GP de Singapur.
Antes este escenario, la FIA activó la medida de seguridad, lo que significó que se requirió instalar el sistema de chaleco de enfriamiento en todos los autos, pero la opción de usarlo seguía siendo del conductor. Sin embargo, para 2026 esta medida será obligatoria en condiciones extremas.
Verstappen y Hamilton, en contra de la obligatoriedad
Max Verstappen fue el primero de los competidores en mostrarse adverso ante el novedoso equipamiento. Al final de la carrera en Singapur fue cuestionado sobre el mecanismo, catalogándolo de “inútil. “No me gustan esos tubitos cerca de los cinturones. Después de 15 o 20 minutos, el agua se calienta y la chaqueta es inútil“, declaró.
Lewis Hamilton intervino posteriormente sobre el mismo escenario, afirmando firmemente su oposición a cualquier imposición: “No creo que deba imponérselo nunca a los pilotos”, observó. “Siguen diciendo que es un problema de seguridad, pero ningún piloto ha muerto nunca por sobrecalentamiento durante una carrera, salvo, obviamente, los implicados en accidentes con incendios, así que es una tontería”.
Creo que podría ser útil en lugares con temperaturas muy altas, pero debería ser una decisión personal
“Debería ser nuestra decisión”, reiteró. “Agradezco que nos lo hayan puesto a nuestra disposición. Seguiremos trabajando y mejorando el sistema. Creo que podría ser útil en lugares con temperaturas muy altas, pero debería ser una decisión personal. Nunca debería convertirse en algo obligatorio”, finalizó el siete veces campeón del mundo.
Solo una fatalidad en la historia del ‘Gran Circo’
Desde 1950, solo un piloto ha muerto por agotamiento por calor. Carl Scarborough durante las 500 Millas de Indianápolis de 1953, cuando esa carrera formaba parte del calendario. Mientras que, desde las normas habituales de seguridad en un Gran Premio, ningún competidor ha perecido en las mismas condiciones.